Esta semana en De Dos en Dos…
Andre vive como si el mundo fuera el patio de su casa: tienen la libertad para relacionarse de humano a humano con todo tipo de personas, y para sentirse a gusto en todo tipo de lugares. Queríamos hablar con ella porque admiramos su profunda autenticidad y honestidad: ella no pretende ser nada diferente a ella misma.
Andre es una de 5 hermanas, siempre está alegre, y es fundadora de Compas Urbano, una organización que busca acercar a las personas a su ciudad a través del arte y la cultura.
Andre nos contó cómo ha encontrado el sentido en soltar el control de la búsqueda del sentido. Hablamos del existencialismo, sus beneficios y sus riesgos, sobre todo el de querer tener respuestas que tal vez no podemos tener. También conversamos sobre el dolor como regalo y medio para descubrir nuestra humanidad, y para ver a los demás como iguales. Finalmente, nos preguntamos, una vez más, sobre la libertad interior, cómo se gesta y su relación con el amor.
Encontrarse: dentro, fuera, o en Bali
Y hablando de respuestas, he estado pensando sobre las muchas maneras en las que el ser humano se encuentra a sí mismo. Buscarse y encontrarse es, ante todo, una tarea espiritual. Por este podcast han pasado personas de distintas edades, ocupaciones, cosmovisiones y sistemas de creencias que nos han permitido contemplar su camino, único y particular. A mí me han asombrado. Y también me han hecho cuestionarme mi propio camino.
La última conversación en De Dos en Dos llegó mientras estaba de vacaciones en Bali con mi esposo. Estar en Bali era ya suficientemente extraño; para mí era un lugar del mundo tan remoto que nunca pensé conocer. Pero estar allá y hablar con Andre y Lui sobre la libertad interior y el camino espiritual fue demasiada coincidencia.
Bali es uno de las capitales espirituales del mundo moderno. Es parte de Indonesia, un país mayoritariamente musulmán, pero es una isla donde predomina el hinduísmo. En cada calle hay dos o tres templos, que son parte de las casas de los locales. Además, hay dos o tres centros de yoga y tiendas de ropa de ejercicio aesthetic. A Bali llegan muchos occidentales buscándose. Hay cuantos retiros, clases y rituales te puedas imaginar. En Bali se respira sed espiritual. Se evidencia el profundo vacío de occidente, ese que vive para trabajar, consumir, postear en Instagram y sentirse solo.
He descubierto que la búsqueda espiritual es, en gran parte, la búsqueda de la libertad. Queremos dejar de ser esclavos de las expectativas de la sociedad, de los juicios ajenos, de nuestros miedos e impulsos, de las circunstancias. Queremos poder estar bien (contentos, felices, en paz), a pesar de lo que ocurra a nuestro alrededor. Como lo escribió Jacques Phillipe: “la verdadera libertad consiste en no apegarse a nada (…); Y que vuestro corazón no se esclavice a nada”.
¿Necesitamos un retiro en Bali para lograr esa libertad? ¿O quizás nos falta leer más a los estoicos? ¿O ir mucho a terapia? No lo sé. Tal vez nuestro mundo, tan ajetreado, ruidoso, sobre-estimulante, hace muy difícil - casi imposible - la serenidad y el silencio que se necesita para encontrarse. Tal vez retirarse, de una u otra manera, es lo que siempre hemos hecho. Como los padres del desierto en la alta edad media, así también nosotros buscamos la forma de escapar, sedientos de silencio, agotados del ruido externo e interno, dispuestos a recorrer el camino oscuro y luminoso del espíritu.
Sin embargo, me niego a creer que solo aquellos con el privilegio de hacer un viaje tan largo, comprar y leer todos los libros sobre el tema, o pagar horas y horas de terapia podemos ser verdaderamente libres. Es fácil caer en la trampa de que el crecimiento espiritual se puede comprar, que se trata de una experiencia más del wellness, el acto último del sujeto consumista. Es fácil porque pareciera que todo se puede comprar.
Pienso, más bien, que ese camino empieza en cada corazón, como dijo Andre, en hacerse cargo del espíritu. En limpiar la mirada hacia los demás. En enfrentar las heridas (con ayuda profesional si es necesario). En, de nuevo, hacerse las preguntas y descubrir las respuestas viviendo en el tránsito, en el juego entre adentro y afuera. Yendo y viniendo. Entrando y saliendo.
Para mí, sí han sido retiros, subir montañas, tener conversaciones, escribir aquí. Pero cada vez más, he podido encontrarme en lo cotidiano: contemplando la belleza, exigiendo el silencio, viviendo en oración.
Quizás no hace falta ir a Bali para encontrarse. Pero quizás muchos necesitamos excusas para enfrentar nuestra falta de libertad, mirar adentro con o sin miedo, y hacernos cargo.
Recomendaciones de la semana
La Libertad Interior de Jacques Phillipe es, en la tradición católica, una hoja de ruta fundamental para entender las esclavitudes del alma y cómo liberarla. La libertad interior nos lleva a descubrir que, incluso en las circunstancias más difíciles, poseemos en nuestro interior un espacio de libertad que nadie nos puede quitar, porque Dios es su fuente y su garantía.
Si no eres de esta tradición, creo que el libro igual trae un conocimiento del ser humano único que puede enriquecernos en nuestra búsqueda de la libertad. El autor desarrolla un tema sencillo: adquirimos la libertad interior en la medida de nuestro crecimiento en la fe, la esperanza y el amor.
Además del episodio con Andre, les recomiendo uno del archivo, nuestra quinta conversación de De Dos en Dos, en la que también hablamos sobre la libertad interior. Creo que el tema nos está tocando duro la puerta.